El Festival de Rudolstadt, uno de los escenarios de música folk y del mundo más importantes de Europa, hechiza cada año a miles de personas. Entre los numerosos conciertos, eventos de danza y sesiones, puedes sentir la magia de la música palpitando en cada rincón del casco antiguo de Rudolstadt. Pero para alguien como Jonas Böttcher, propietario de Verlag der Spielleute, se trata de algo más que de escuchar música. Para él, el festival es una fuente indispensable de inspiración, y un lugar donde la conexión entre el pasado y el presente de la música tradicional se hace tangible.
Diversidad e inspiración: el Festival de Rudolstadt como tesoro musical
«El Festival de Rudolstadt cuenta con un fantástico equipo de redacción musical», afirma entusiasmado Jonas cuando nos sentamos con él para hablar de sus impresiones sobre el festival. «Cada año descubres nuevos artistas, nuevos estilos: desde música tradicional a música folk, pasando por músicas del mundo e incluso influencias del pop. Esta diversidad no sólo me enriquece personalmente, sino también el trabajo que hacemos en la editorial Spielleute». La mezcla musical que se puede encontrar en los numerosos escenarios del festival es una gran fuente de inspiración para la editorial, que lleva promoviendo la música y los instrumentos tradicionales desde 1988.

Llevar la tradición al futuro: los objetivos de la editorial Spielleute
La editorial Spielleute tiene un significado muy especial para Jonas Böttcher, no sólo como empresario, sino también como alguien que se inició en la música gracias a los materiales de la editorial. «Aprendí a tocar la gaita medieval con uno de los libros de texto de la editorial», explica. Hoy, tras muchos años de experiencia en la escena del bal folk y con instrumentos de bordón, Jonas ve la editorial como una importante plataforma para transmitir esta valiosa cultura. «Es una cultura preciosa y valiosa que quiero transmitir a los jóvenes. Además de los libros, la música tradicional también debe ser accesible a través de los nuevos medios para transportarla a la actualidad». Esto es exactamente lo que se ha propuesto Jonas con la editorial Spielleute: Continuar la tradición de la música de drones y mantenerla viva para la próxima generación.
Desafíos en un mundo digital
Pero tanto como el festival es un escenario de descubrimientos, también es un lugar para la reflexión. Jonas habla de los retos a los que se enfrenta como editor en un mundo cada vez más digital. «El editor de libros clásicos lo está pasando mal hoy en día», admite abiertamente. Sin embargo, cree firmemente en el valor de los soportes físicos, sobre todo en la escena musical tradicional. «Muchos de nuestros clientes siguen prefiriendo el material didáctico impreso y los libros de música que pueden tocar directamente desde el atril. Pero las generaciones más jóvenes ya no reconocen los CD: quieren acceder al contenido en línea». Esta observación inspiró a Jonas a crear una mediateca para la editorial Spielleute, en la que las partituras y los archivos de audio están disponibles digitalmente. «Los códigos QR de los libros permiten a los usuarios acceder a ellos directamente con su smartphone», explica, esbozando el acto de equilibrio que tiene que dominar entre las generaciones y sus diferentes usos de los medios.
La profunda conexión con los instrumentos tradicionales
En medio de todos estos retos, el amor a la música -y a los instrumentos que la portan- sigue siendo el núcleo del trabajo de Jonas. Le gusta especialmente la pipa de pastor, una gaita alemana, y la flauta irlandesa. «La gaita de pastor es un instrumento precioso fabricado por Matthias Branschke, de Berlín», dice con ojos brillantes. «Tiene un puntero profundo que es perfecto para la música de baile. Para mí, este instrumento refleja la profundidad y la belleza de la música tradicional». Cuando Jonas habla de sus instrumentos, enseguida te das cuenta de que no sólo le interesa el sonido, sino también la historia y la cultura que resuenan en cada nota.
El baile como relajación: desconecta en la carpa de baile
¿Y qué haces cuando acaba un día lleno de música en un festival como el de Rudolstadt? Jonas tiene una respuesta clara: «Voy a la carpa de baile y bailo una mazurca o un andro». En medio de todo el trabajo y los compromisos, bailar sigue siendo para él un momento de relajación y alegría. Es el final perfecto para un día intenso en el festival.
La importancia de la colaboración en la escena musical
Un tema central para Jonas -y para la editorial Spielleute- es la colaboración con otros músicos. «Las colaboraciones con artistas de la escena de la música folk y tradicional son esenciales», subraya Jonas. Son la fuerza motriz de nuevos temas, nuevos libros y nuevos materiales didácticos. Este trabajo en red garantiza que la editorial no sólo conserve las viejas tradiciones, sino que también dé nuevos impulsos y siga desarrollando la escena. «Los jóvenes en particular se benefician de recibir estímulos auténticos y de descubrir nuevas formas de conectar con la música», afirma Jonas.
Tradición en movimiento
Por tanto, el Festival de Rudolstadt no sólo ofrece a Jonas Böttcher experiencias musicales, sino que también es una plataforma para el diálogo y el desarrollo de su trabajo como editor. Puede que los retos sean grandes, pero su entusiasmo por la música y su capacidad para conectar a las personas es igual de grande. Con proyectos como la nueva mediateca y las numerosas colaboraciones, Jonas demuestra que la tradición no significa quedarse quieto, sino todo lo contrario: está viva y en constante evolución.
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